Se está acabando el plazo del ultimátum que algunos miembros de la CEDEAO, Comunidad Económica de Estados de África Occidental, han dirigido al Consejo Nacional que rige los destinos de Níger desde hace unos días. A los pocos días de que un avión repleto de franceses y ciudadanos de otros Estados de la UE despegó del aeropuerto de Niamey, se han visto aterrizar aviones rusos del conocido grupo Wagner, en previsión de lo que pueda pasar en los próximos días al concluir el ultimátum. Por su parte, Níger acaba de dar otro ultimátum diferente de 30 días a Francia para que todo su personal militar abandone territorio nigerino.
Algunos países de la CEDEAO hacen «llamadas a la calma», como es el caso de Chad, y otros gobiernos ven como se complica su propia situación interna. En la vecina Nigeria, se da la circunstancia de que el Senado se opone al apoyo que su gobierno quiere prestar a Francia
Parece que el conflicto entre Rusia y los aliados de EE.UU. podría tener repercusiones insospechadas en el continente africano. La situación es muy incierta. La posición del nuevo Consejo Nacional nigerino puede verse debilitada por los estragos que empieza a causar en la población el bloqueo comercial al que se está viendo sometida. En tono agorero, Trump ya ha vaticinado la tercera guerra mundial.
En Asia, otro peculiar aliado de EE.UU. y la UE, como es Turquía se frota las manos mientras sus productos y empresas disparan su cotización al alza en los mercados financieros, en espera de recoger grandes beneficios en los nuevos circuitos comerciales que se están consolidando desde que empezó la guerra en Ucrania. El presidente turco ha apoyado lo que se está dando en llamar «segunda descolonización», y ha llamado opresores a los diferentes gobiernos franceses, con los que tantas veces se ha sentado en el Consejo de Seguridad de la OTAN.
Agencia FARO
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