Las anécdotas divertidas de Jesús Evaristo Casariego son abundantes y dan para unos cuantos anecdotarios, pero hay una en particular que siempre me ha hecho mucha gracia.
Durante la II República se popularizó entre las derechas cedistas y colaboracionistas de Gil Robles la frase «ensanchar la base de la República» como eufemismo para ganar adeptos. Jesús Evaristo Casariego, entonces jovencísimo cronista parlamentario, colgó un cartel en los baños del parlamento con una inscripción que decía: «Aquí se ensancha la base de la República».
Hoy los baños del parlamento bien merecen un nuevo letrero a cuenta de la «lealtad constitucional» a la que se refiere Feijóo, con una inscripción que diga algo así: «Aquí se profesa la lealtad constitucional». Y que en los lavamanos no falte el recordatorio de rigor para los Pilatos parlamentarios: «Límpiese las manos al salir».
Manuel Sanjuán, Círculo Cultural Juan Vázquez de Mella
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