Acerca de «Libres»

No es tanto lo que dicen, como lo que no dicen, lo que me ha dejado cierto sabor agridulce

Unos espectaculares paisajes en los que la mano del hombre reflejada en piedras centenarias se confunde y camufla con el espesor de enormes bosques es el escenario elegido por el director de la película Libres, documental recientemente llegado a las pantallas de cine españolas acerca de la vida religiosa.

No es tanto lo que dicen, como lo que no dicen, lo que me ha dejado cierto sabor agridulce. No juzgo las intenciones del director demasiado enfocado en la fotografía y en hacer atractiva una vida incomprensible a los ojos del mundo. Como tantas películas que se han hecho de Jesucristo y que se han tratado en este periódico, sigue el camino inverso: acercar al mundo una vocación que sólo se comprende con los ojos de la fe.

La película tiene cosas salvables y testimonios desgarradores, como el del monje que recuerda emocionado cómo las oraciones de su madre lo rescataron de los infiernos. Sin embargo, ¿era necesario sacar a un monje divorciado? La película, desde mi punto de vista, se centra demasiado en el aspecto personal y existencial del hombre. La psicología personalista revolotea como una sombra, el sentido de la vida empaña muchos testimonios.  Echo de menos el valor del celibato, del sacrificio y la renuncia al yo.

La tentación está ahí y no se elude: la vida religiosa, la huida del mundo o el valor de lo sagrado se presentan como un encuentro personal con Dios que da sentido a una vida; como a otra vida puede darle sentido el ser de Hakuna, ser carismático o viajar a Medjugorje. No se hace hincapié en la grandeza de la propia vida religiosa en sí, como medio más perfecto de identificarse con Jesucristo, sino que se le otorga valor tan solo en la medida en que da sentido a la vida de los personajes que hablan, como podría haberle dado sentido cualquier otra cosa.

Podría haber sido una obra maestra, pero se ha echado barro en las alas de la paloma divina (que diría Leopoldo) y eso dificulta ascender a lo sobrenatural.

Belén Perfecto, Margaritas Hispánicas

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