De Bruselas a los Andes

«Colombia Europea»

La Unión Europea (UE) es una de las organizaciones internacionales más importantes del mundo. Aunque en ocasiones pareciera estar subordinada a la OTAN, el reciente mandato del presidente Donald Trump confirmó que la vieja Europa puede sacar sus garras ante el líder del mundo libre. Sin embargo, la agenda de Bruselas no se limita a combatir a los líderes no progresistas, sino que se dedica constantemente a inmiscuirse en los asuntos de Colombia.

Meses atrás, desde el Círculo Gaspar de Rodas de Medellín publicamos un artículo sobre la crisis agrícola que atravesaba el país. Infortunadamente, aquellos que lamentaban el precario estado de nuestros campesinos paperos imploran hoy la ayuda de la UE y los organismos internacionales en medio de las protestas. ¿Olvidaron acaso que el TLC entre Colombia y Europa nos inundó de papas congeladas cultivadas en Bélgica, Países Bajos y Alemania?

No debe extrañar a los tradicionalistas la aparente hipocresía de la izquierda colombiana, pues pese a denunciar constantemente la intervención extranjera, no ocultan su amor por el primer mundo. Así, el Proceso de Paz entre el Estado colombiano y las FARC fue vendido como maná, el primer paso para parecernos a Europa y lograr una sociedad justa. Pero desde Bruselas, poco importa la impunidad de los terroristas asesinos si esa impunidad tiene enfoque de género.

A decir verdad, la lista sería interminable si se analizan los vínculos de cada funcionario colombiano con la UE, pero basta un recorrido por sus currículos para darse una idea. Y es en la educación donde creemos que se dará la próxima jugada, pues de llegar un líder progresista al poder, serían muchas las becas ofrecidas para que nuestros jóvenes infecten sus mentes —aún más— con la modernidad líquida.

El Tratado de Paz solo fue un pequeño paso en su proyecto; poco a poco, Colombia perderá su soberanía, empezando tal vez con una reforma —supervisada claro está— de sus fuerzas armadas. Aunque para ellos éstas son solo peones, mercenarios que pueden desechar. Por eso no les importa mandarlos a atacar civiles; al fin y al cabo, no serán ellos los reformados.

Círculo Tradicionalista Gaspar de Rodas