Este sacrilegio no puede quedar sin respuesta. El pasado 14 de enero conocimos la impía retirada del Monumento del Requeté yacente ubicado ante el Mausoleo del Tercio de Montserrat, perpetrada por una «Generalidad» rebosante de odio revanchista, en triste conchabanza con un Abad cobarde.
El mismo día en que se conocieron los hechos, la Comunión Tradicionalista del Principado de Cataluña emitió un comunicado donde aborrecía el odio de unos y la cobardía del otro. Poco después, publicó también un artículo que ampliaba los hechos y señalaba directamente al Abad Gasch como responsable de la decisión última de la retirada del monumento, fruto del modernismo eclesial que impregna a los jerarcas de la Iglesia y les lleva a congraciarse con el mundo y a apostatar de Nuestro Señor Jesucristo, convirtiéndose en cortesanas del poder político mundano.
Pero la humillación a la memoria de nuestros mártires en la Cruzada del 36, no puede limitarse a la publicación de estos escritos (bien necesarios, por otra parte). Hace falta más. Por eso, desde el mismo día en que se conocieron los hechos, el Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau, de Barcelona, impulsa la celebración de un acto en Montserrat que, bajo el lema «¡Que vuelva el requeté a Montserrat!», proteste por la impía retirada del monumento, desagravie por tal profanación, honre a los requetés, y exija la restitución del monumento a su lugar original.
Este acto tendrá lugar el sábado 29 de enero, a las 10:30 horas, en Montserrat, y consistirá: primeramente, y ante el pedestal donde se ubicaba el monumento retirado, en el rezo de un Vía Crucis y un responso. Seguidamente, una ofrenda floral. A continuación, una marcha-procesión hasta la explanada de la Abadía. Y finalmente, en las puertas de la Abadía, la lectura de un duro pero justo Manifiesto —con una contundencia proporcionada a la gran afrenta recibida—, y el canto del Oriamendi, del Himno del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, y del Virolai.
Están invitados todos los catalanes de bien que, con el corazón compungido, y siendo veladores de los cuatro pilares de nuestro solar cristiano —Dios, Patria, Fueros y Rey—, hayan sido interpelados por esta infamia y deseen acompañarnos en el combate de la Tradición.
Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau
