El cheque de la miseria

Nadia Calviño vicepresidente primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos. Foto: Moncloa

El Gobierno de España ha creado una nueva ayuda para el 2023 y la ha pregonado a los cuatro vientos: «El cheque de 200 euros» que se gestionará desde la Agencia Tributaria, más concretamente, desde su Sede Electrónica, según se puede leer en el artículo 74 del Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre de 2022.

El plazo de petición irá desde el 15 de febrero hasta el 31 de marzo. No podrán beneficiarse los que ya perciben otras ayudas, como el Ingreso Mínimo Vital o cualquier otro tipo de pensión abonada por el Régimen General de la Seguridad Social o por el de Clases Pasivas o cualesquiera otras prestaciones análogas que actúen como alternativas al Régimen de la Seguridad Social. También quedan excluidos aquellos que el pasado año fuesen administradores de derecho de una sociedad mercantil que no hubiese cesado su actividad   31 de diciembre del 2022 y los titulares de fondos propios de una sociedad mercantil. El objetivo que se pretende conseguir es «paliar situaciones de vulnerabilidad económica no cubierta por otras prestaciones de carácter social».

Por lo tanto la nueva ayuda se dirige a quienes hayan sido asalariados, autónomos o desempleados el pasado año con un máximo de ingresos anuales de 27.000 euros.

Es un pago único de 200 euros (16,66 euros mensuales), y afectará (según el Gobierno) a 4,2 millones de familias. Es decir, se trata una ayuda a las rentas de familias medias en un contexto de inflación, según continúa afirmando el Gobierno.

El Instituto Nacional de Estadística (INE, también al servicio del Gobierno de turno) ha dado como último dato de incremento en la alimentación (IPC), el 15,3 %. Dado que la ayuda es para paliar ese incremento en comer a diario, el Gobierno estima que una familia (pongamos de al menos dos miembros), destinará anualmente a la alimentación 1.107 euros de su bolsillo, por la carestía en la cesta de la compra. Esto supone un gasto diario en alimentación de 3,6 euros, aproximadamente (1,8 euros para cada miembro de nuestra pequeña familia hipotética). A quien sólo dispone de esa cantidad para su alimentación diaria, el Gobierno le llama «clase media».

De aquí habrá que deducir, por ejemplo, 0,80 euros de una barra de pan, el gasto eléctrico o de gas para calentar lo que se pueda echar en la olla al mediodía (ese presupuesto de «clase media», puede que se salte algunas de las tres comidas diarias recomendadas), etc..

Claro que si es para familias con ingresos de 2.250 euros mensuales, y esos 200 euros suponen la ayuda para paliar el IPC (15,3 %) en alimentos, las cifras de ahorro familiar son espectaculares. Pero el mismo INE nos dice que uno de cada cuatro hogares ya no puede ahorrar. Y continua afirmando que el 25% de los hogares son de entre tres y cuatro miembros y que no llegan a 2.000 euros mensuales y que, por lo tanto no son capaces de llegar a fin de mes. Y el Banco de España y el BBVA nos advierten de que  aquellos que tenían ahorros, retiran sus depósitos bancarios a un ritmo no visto desde el 2016.

Hacemos la siguiente reflexión a la vista de los datos previos: para nuestro Gobierno, ¿los españoles comemos o no comemos? La pregunta es lícita porque según el informe «El Estado de la Pobreza. Seguimiento de los Indicadores de la Agenda 2030 UE 2015-2021 de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social»,  en el Estado Español, el 44,9% de los españoles viven al límite, y el 21% ya están por debajo del límite de pobreza.

Pero tranquilos, que los que llevan las cuentas públicas… saben lo que hacen: «pensar en usted», por algo se llaman «representantes del pueblo».

Análisis de alimentos básicos llevado a cabo por la consultora DataMarket: la leche se ha encarecido hasta un 146%, el aceite un 82%, la malla de cebollas de 2 kilos un 102%, un 77% la malla de naranja para zumo, la costilla de vacuno un 82%, y las costillas de cerdo un 71%…

En diciembre hay elecciones, estiren los 200 euros hasta entonces, para no morir de inanición con la papeleta en la mano.

Maria Dolores Rodríguez Godino, Margaritas Hispánicas