La crisis de inseguridad en Ecuador continúa y parece que el Gobierno ha perdido radicalmente el control, hasta el punto de que las autoridades civiles y políticas están padeciendo los efectos desastrosos de la misma.
Este pasado domingo, hacia el medio día, en Manta, delincuentes dispararon contra un vehículo en el que se encontraba el alcalde de la ciudad, quien inspeccionaba una obra pública para un barrio, dejándolo gravemente herido y, con él, otros ciudadanos.
Tras el ataque, las víctimas fueron llevadas al hospital de la ciudad y, una hora más tarde, quedó confirmado el fatal desenlace. Con él, también una ciudadana de 24 años de edad perdió la vida. Los otros heridos están bajo cuidados reservados.
La principal víctima era don Agustín Intriago, de 38 años de edad, y que desde 2019 fue elegido como alcalde de la ciudad, siendo reelecto en 2023 para un nuevo periodo; gozaba de mucha popularidad entre sus ciudadanos.
Las autoridades civiles y la ciudadanía ecuatoriana lamentaron y condenaron el hecho, a la vez que se solidarizaron con su familia: el ya fallecido alcalde deja a dos hijos en la orfandad. A su vez, se reportó la detención de un sospechoso que atentó contra la extinta autoridad.
Conviene recordar al respecto que existen antecedentes de atentados contra políticos por parte de la delincuencia: el mes pasado, un concejal de Esmeralda fue asesinado; también el alcalde de Durán, cerca de Guayaquil, fue atacado por delincuentes, donde salió ileso, pese de que hubo heridos.
Durante la campaña política de las elecciones seccionales de 2023, algunos candidatos fueron atentados, provocando varias muertes. Incluso en la actual campaña política para las elecciones, un candidato al parlamento legislativo, en representación de la provincia de Esmeralda, fue asesinado.
Según las estadísticas de la Policía Nacional, el año 2022 se cerró con un aproximado de 4600 muertos por violencia criminal, y hasta julio de 2023 se registran aproximadamente más de 3500 muertes, previéndose que se pueda superar la cifra del año anterior, pues entre los acaecidos algunos no tenían antecedentes penales.
A toda esta tribulación de la delincuencia que tiene afectada a la población, se suma también la crisis carcelaria: el pasado domingo se reportó un motín de reos, que dejó un saldo de 6 muertos y decenas de heridos. Tras esto, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) reportó que, en otras cárceles del país, los mismos reos iniciaron una huelga de hambre y que tienen retenidos a guías penitenciarios.
El gobierno ha prometido mejorar esta y otras problemáticas, pese a que ya dijo lo mismo anteriormente ante casos similares, por lo que es evidente que se ha perdido el control y el manejo, campando a sus anchas la inseguridad. Se ve que el ocaso del gobierno se acerca, no solo por las elecciones adelantadas, sino por su ineficacia, generando un gran rechazo por la ciudadanía.
Agencia FARO. Ecuador. J. Arias.
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