La Conferencia del Episcopado Mejicano responde al Tribunal que acusa a los obispos de vulnerar la «separación Iglesia-Estado»

Su Ilma. Rogelio Cabrera, presidente del CEM. El Corresponsal Méjico.

CIUDAD DE MÉJICO-. La Conferencia del Episcopado Mejicano (CEM) emitió un co­municado en respuesta a una resolución dictada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que determina que «cuatro ministros de culto transgredieron los principios de separación Iglesia-Estado, igualdad y equidad» en la contienda electoral pasada, al considerar que realizaron manifestaciones que influyeron a los feligreses en el sentido de su voto.

La carta tiene fecha de 20 de enero y está firmada por el Presidente de la CEM, el Arzobispo Rogelio Cabrera López. Contiene cinco puntos en los cuales da respuesta a la instancia electoral, expresando entre o­tras cosas, que «la Iglesia y quienes la integramos, como ministros y ciudadanos, respetamos las decisiones de los ministros del país»; también denuncia que no se respetó la libertad de expresión de todos los prelados sino solo de algunos, indicando que «consideramos que son vulneraciones de uno de los derechos humanos más importan­tes en un estado democrático como lo es la libertad de expresión». Además se afirma que «tenemos la certeza de que el gobierno de la República sabrá ponderar que en las expresiones de los ministros implicados y en la posición de la Iglesia Católica en Méji­co, no hay violación alguna al principio de separación de Iglesia-Estado».

El Arzobispo termina la misiva recordando que en 2022 se cumplen 30 años del restablecimiento de relaciones entre el Vaticano y el Gobierno de los Estados Unidos Mejicanos. Dichas relaciones estuvieron rotas por la imposición de la ideología laica postrevolucionaria. El Episco­pado sigue apostando a invocar indistintamente los «derechos humanos» revolucionarios que el mismo Magisterio a la sazón condenó. Olvidan que ni el reconocimiento del Estado Mejicano después de la independencia, ni la colaboración con el régimen del porfiriato ha servido para cristianizar o recristianizar el país ante el liberalismo, sino todo lo contrario, con los efectos adversos que todos vemos.

AGENCIA FARO, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta de Méjico