VALLADOLID (MORELIA). – El pasado 20 de marzo del 2022, el Círculo Carlista Vasco de Quiroga, celebró la fiesta de los mártires de la Tradición, según las disposiciones de Don Carlos VII, en el centro histórico de la vieja ciudad hispana de Valladolid.
Los integrantes del Círculo se dieron cita en el atrio del monumental templo de San José en la hora Sexta, una vez reunidos, para comenzar el acto, el correligionario José Jaime Carranza comenzó dirigiendo la meditación del Santo Viacrucis dentro del recinto religioso por la intención de los Mártires de la Tradición, aquellos hombres hispanos que construyeron la civilización; en especial se rezó por Fray Antonio de San Miguel.
Haciendo un analogía del contraste con el ejemplo de Nuestro Señor que padeció bajo el calor abrasador, y para nosotros la frialdad del indiferentismo religioso propio de nuestra época en la otrora piadosa ciudad, la comitiva caminó sobre la avenida principal la Calle Real hoy llamada avenida Madero del centro histórico con las banderas de las Aspas de borgoña, la Cruz de San Andrés, que fuera la bandera religiosa y militar en la defensa del Virreinato por parte de los naturales novohispanos, y que representa además, sobre todo a la Tradición católica novohispana.
Inmediatamente después se procedió con el rezo del Santo Rosario por la calzada de Fray Antonio de San Miguel, ante la mirada alegre y curiosa de los viandantes, porque no se veía ondear las banderas de las Aspas de San Andrés desde hace algunos siglos. Se continuó por la Avenida Acueducto, junto al icónico edificio de la ciudad que sirviera para otorgar el servicio del vital líquido durante el virreinato y para concluir en donde se encontraban los monumentos de Fray Antonio de San Miguel, el arquitecto y los constructores, que desgraciadamente fueron devastados por algunos pseudoindígenas hace algunos meses y del que sólo quedaron en pie los naturales constructores.
La jornada concluyó con unas palabras del correligionario e historiador Juan Deodato Carranza Alvarado, quien, con una breve reseña de Fray Antonio, nos trajo recuerdo a nuestra mentes y corazones las intenciones de Fray Antonio de San Miguel encargadas de preservar y transmitir a los católicos de Valladolid el celo por las almas a Dios, a la Patria y al Rey. Finalmente se leyó el Manifiesto de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón con ocasión de la fiesta de este año, y se entonó el Oriamendi entre los asistentes.
Que estos sencillos actos se mantengan año con año en la ciudad que fuera llamada: «jardín de la Nueva España» para loor y memoria de nuestros mártires como lo fue Fray Antonio de San Miguel mártir de la memoria popular y afrenta de su buen nombre, además de los muchos naturales constructores, que agraden al Sempiterno Dios y a su Santísima Madre y nos mantengan bajo la bandera de Cristo Rey y el Manto de Nuestra Señora de la Salud.
Agencia FARO, Círculo Carlista Vasco de Quiroga
