Crónica de los actos por los Mártires de la Tradición 2023 en Asturias

el sacerdote oficiante exhortó a los presentes a convertirse en verdaderos mártires de la Tradición

Una boina roja de respeto a los pies del Inmaculado Corazón de María entronizado, en la capilla gijonesa donde se celebró la Misa por los Mártires de la Tradición el día 22 de marzo

Publicamos a continuación la entrada del blog de las Juventudes Tradicionalistas Asturianas «Las Libertades»

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Como ya se ha explicado otras veces, la fiesta de los Mártires de la Tradición fue instituida en 1895 por el Rey Don Carlos VII, desde su exilio en Venecia: «una fiesta nacional en honor de los mártires que, desde principio del s. XIX, han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey, en los campos de batalla, en el destierro, en los calabozos y en los hospitales; y designo para celebrarla el día 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V». Las necesidades organizativas a menudo obligan a trasladar las celebraciones a fechas próximas al diez de marzo.

Éste ha sido el caso de las de este año en Asturias, que comenzaron con una Santa Misa en Oviedo, en la Ermita de Santo Medero (Latores), aplicada por los Mártires de la Tradición el día 5 de marzo.

Una representación asturiana, encabezada por el jefe regional, asistió también a los actos centrales por los Mártires de la Tradición, que este año tuvieron lugar en Valencia, con gran éxito, el día 11 de marzo.

En Gijón, por fin, se celebró la Santa Misa por los Mártires de la Tradición el día 22 de marzo, en la capilla particular de don Manuel de Vereterra —antiguo jefe regional de la Comunión Tradicionalista— sita en Cabueñes. En una breve prédica, el sacerdote oficiante exhortó a los presentes a convertirse en verdaderos mártires de la Tradición, como testigos de Cristo Rey y apóstoles de la Causa carlista; y, evocando el evangelio del día —la curación del ciego de nacimiento por Nuestro Señor Jesucristo— a compadecerse de quienes hoy padecen ceguera involuntaria, religiosa y política, y procurar que vean. A pesar del día y de la hora, poco facilitadores de la asistencia (una de la tarde en día laborable), los tradicionalistas que acudieron se vieron reforzados por correligionarios y simpatizantes de Cuba y de Irlanda. No todos pudieron unirse después a la estupenda comida en la Quinta del Ynfanzón, que se prolongó en sobremesa hasta bien avanzada la tarde.

Por Dios, por la Patria, los Fueros y el Rey legítimo.

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