Después de varios días de constante polémica y rumores tenemos algunos datos claros sobre el caso del hijo de Petro, Nicolás Petro, la financiación ilícita de su campaña y lo que hay detrás.
En primer lugar y yendo directamente a lo relevante, a pesar de las insinuaciones y guiños que en su desesperada situación pudo haber hecho el hijo del mandatario, ha aclarado que, si bien sí hubo financiación ilícita, cosa que afirmó bajo juramento, su padre no sabía de esto. Esto después de haberse ordenado su libertad condicional y que éste haya dicho que colaborará con la fiscalía, cuya investigación sigue en curso. Este cambio de actitud no sólo contrasta con sus acciones anteriores, sino también con una entrevista con la revista SEMANA de hace tan sólo dos días en la que manifestó que se siente de algún modo abandonado y utilizado por su padre, quien, según él en la misma entrevista, no lo ama. Esta situación según muchos medios puede percibirse cómo si ahora, en lugar de cargar con ira contra su padre, quisiera remover de la mesa la idea de una destitución: ya Petro no sería pues un mafioso, había mafia de por medio, pero él no lo sabía.
En cualquier caso, debe tenerse de presente que la coyuntura sigue vigente y que el presidente no sólo no ha dejado de comentar el caso por redes sociales —como lo hace con todo lo relativo a su gobierno—, también sigue interfiriendo en el proceso, algo que nos deja claro que aún hay asuntos inconclusos de por medio. El tiempo nos dirá qué otras sorpresas nos dará el gobierno del cambio.
AGENCIA FARO, Colombia
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