In memoriam Carlos Alberto Sacheri

Familia Sacheri

La Esperanza publica hoy este artículo en memoria de Carlos Alberto Sacheri. Era uno de los más importantes colaboradores de la revista Verbo (de la Argentina), ya desaparecida, y de la Asociación de Iusnaturalistas Hispánicos Felipe II (hoy Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II), fundada por el profesor Elías de Tejada.

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En la mañana del domingo 22 de diciembre de 1974 fue asesinado en Buenos Aires el prometedor filósofo tomista Carlos Alberto Sacheri. Le dispararon en la cabeza mientras conducía su auto, saliendo de Misa, en el que iba con su esposa, sus siete hijos y tres de sus amigos. Todos quedaron bañados con su sangre. Alcanzaron a llevarlo vivo al Hospital de San Isidro, donde finalmente entregó su alma al Creador.

Su asesinato, martirio innegable, se lo atribuyó la guerrilla comunista ERP-22 de Agosto en un comunicado más que blasfemo, en el que dicen, entre otras cosas, que «enterados de la ferviente devoción que los extintos [Sacheri y Genta, asesinado en octubre] profesaban a Cristo Rey, de quien se decían infatigables soldados, nuestra comunidad ha esperado las festividades de Cristo Rey según el antiguo y nuevo “ordo missae” y ha permitido que los nombrados comulgaran del dulce Cuerpo de su Salvador para que pudieran reunirse con Él en la gloria, puesto que en este Valle de Lágrimas eran depositarios de la Santa Eucaristía».

En la carta, además del odio por la Causa de Cristo ―por la que el Profesor Sacheri siempre luchó―, reluce un conocimiento teológico poco común, por lo que es posible conjeturar alguna participación eclesial en su asesinato, más aún si se tiene en cuenta que llevaba varios años denunciando la infiltración de elementos enemigos en la Iglesia ―en 1970 había publicado su famoso La Iglesia clandestina―.

Sacheri, entre otros tantos esfuerzos dedicados a la instauración del Reinado Social de Cristo, quiso recuperar el verdadero sentido de la esperanza. Virtud olvidada en su tiempo, pero todavía más en el nuestro. Por lo que rescato de su pensamiento algunas palabras referidas a ella, en este mes en que se conmemoran a Nuestra Señora de la Esperanza, los 47 años de su martirio y el primer aniversario de la reaparición del periódico de nuestra Comunión, La Esperanza:

«El cristiano, animado por la esperanza sobrenatural, se halla más allá del pesimismo y del optimismo. Sabemos que nuestra vida es una mezcla de Pasión y de Resurrección, y en este año de nuestra fe (que también es el de nuestra esperanza), con Job (pues Job y el Apocalipsis son las lecturas para los tiempos de grandes pruebas), repetimos en alta voz: “Sé que mi Redentor vive y, por eso, que resucitaré de la tierra en el último día, esta esperanza descansa en mi seno”. Todos somos peregrinos, viatores, itinerantes que gozamos desde aquí del gozo de nuestro destino. Spe gaudentes: “Tened el gozo que da la esperanza”, dijo el Apóstol. Debemos pedir, pues, a Nuestra Señora de la Santa Esperanza que nos consiga a todos la gracia de nuestra mutua conversión».

 Juan Pablo Timaná, Círculo Tradicionalista Gaspar de Rodas.