Tradiciones mexicanas del día de Reyes y la Candelaria (I)

al afortunado que le toca el niñito, tiene que colaborar en ofrecer tamales para la siguiente fiesta

A saber, en México, alrededor del día 12 de diciembre se tiene la broma graciosa de decir que ya nos vamos aproximando al puente «Guadalupe Reyes», dando a entender que vienen las fiestas propias del mes y que finalizarán en enero. Es decir, estaremos de celebraciones desde la conmemoración de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe en el Tepeyac, pasando por la novena de Navidad que son las posadas, por la festividad de fin de año, concluyendo con la fiesta de la Epifanía el 6 de enero. Aunque en realidad acabamos este ciclo navideño hasta el día 2 de febrero, fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen, llamada popularmente como día de la Candelaria.

Con anterioridad a la fiesta de Epifanía, o sea antes del 6 de enero, las familias colocan las imágenes o estatuillas de los Reyes Magos, más cerca de la Sagrada Familia, en el nacimiento o belén de su hogar. En esta hermosa fecha litúrgica en que Nuestro Señor se da a todos los pueblos del mundo, existe una tradición curiosa en México, los niños ponen sus zapatos cerca del nacimiento o del arbolito de navidad para recibir algún dulce, chocolate o dinero. Así mismo, se colocan juguetes, en ciertas partes de México como en Ciudad de México, la capital. Este día, algunas personas compran su rosca de reyes, que es un pan elaborado con harina, huevos, leche, azúcar, levadura, esencia de vainilla o rayadura de naranja y se adorna con confituras de fruta como acitrón de colores, ate de membrillo, tejocote o guayaba, higos cristalizados, entre otros. A este pan que tiene forma de rosca, se le ponen tres o cuatro muñequitos de plástico en forma de Niño Dios; o cinco, seis o más, dependiendo del tamaño de la rosca. En esta celebración las familias ofrecen chocolate mexicano como bebida, ya sea en agua o con leche y lo más gracioso del festejo es que cada participante corta su pedazo de rosca de la parte que quiera. Si dentro del pan le sale el monito de plástico con figura del Niño Dios, entonces se arma una algarabía y aplausos, pues al afortunado que le toca el niñito, tiene que colaborar con los otros tres, cuatro, cinco o más suertudos, en ofrecer tamales para la siguiente fiesta que será el 2 de febrero.

(Continuará)

Teresita del Niño Jesús Trujillo de MagañaCírculo de Lectura «Tradición»

Deje el primer comentario

Dejar una respuesta