El 531º Aniversario de la Toma de Granada

Estatuas orantes de los Reyes Católicos, a un extremo y otro del Presbiterio frente al Retablo Mayor de la Capilla Real de la Catedral de Granada. Obra de Diego de Siloé, 1528

Se cumple este 2 de Enero del año 2023 un nuevo Aniversario de la reconquista de la Ciudad de Granada, gozoso acontecimiento que puso término a la liberación de manos mahometanas de aquella porción de la Península española que recibe el nombre de Reino de Granada. Reino que fue reincorporado, de mano de los Reyes Católicos, a la Monarquía de las Españas. Decimos «de las Españas», sí, pues así lo observamos escrito en las respectivas leyendas cinceladas en la base de las dos estatuas orantes de D. Fernando y Doña Isabel esculpidas por Diego de Siloé en el Presbiterio de la Capilla Real de la Catedral de Granada, delante de su Retablo Mayor: «FERDINANDUS·HISPANIARUM·REX·CATHOLICUS», y «ELISABETH·CATHOLICA·HISPANIARUM·REGINA»; es decir, «Fernando, Rey Católico de las Españas», e «Isabel La Católica, Reina de las Españas»: denominación sintetizadora que han venido usando a lo largo de la Historia todos los legítimos Reyes hispánicos sin ningún problema.

El Reino de Granada disfruta, así, de su propia identidad comunitaria dentro del conjunto de Estados Regios que conforman e integran la diversa y plural Monarquía Católica. Desde los Reyes Católicos, las armas del Reino de Granada han tenido incluso su propio cuartel en todos los Escudos Reales de los sucesivos Monarcas españoles, y que en el alambicado lenguaje heráldico se describe como entado en punta, de plata, con una granada, abierta y frutada de gules, tallada y hojada de dos hojas de sinople. Este alimento, que reúne en su interior bajo una misma corteza un montón de frutos granulados, constituye a su vez una figura que simboliza la unidad y variedad, tanto de la Monarquía en general, como del Reino granadino en particular.

Las familias granadinas agrupadas en los múltiples Ayuntamientos y Términos Municipales de que se componían los distintos señoríos jurisdiccionales, encabezados por el Concejo de la Ciudad de Granada, quedaban aunadas por virtud de las cuatro grandes instituciones unificadoras del Reino: 1) la Capitanía General de Granada (de la que quedó segregada la Capitanía General de Costa desde 1572) en los ámbitos civil y militar (si bien, con el tiempo, centrándose sobre todo en lo militar), instituida por los Reyes Católicos 4 días después de la Toma, el día de la Epifanía, cuando hicieron solemne acto de posesión de la Fortaleza y Palacio de La Alhambra desde el Trono acondicionado en el Cuarto de Comares, nombrando Capitán a D. Íñigo López de Mendoza, I Marqués de Mondéjar, a cuya familia quedaría vinculado el cargo hasta la muerte del X Marqués D. José de Mendoza en 1734; 2) el Arzobispado de Granada en el terreno religioso, instituido por la Bula In Eminenti Specula de 10/12/1492 del Papa Alejandro VI; 3) la Universidad de Granada en el campo cultural, fundada, a instancias del Rey D. Carlos, por Bula del Papa Clemente VII de 14/07/1531; 4) y la Chancillería Real de Granada en la esfera judicial, trasladada a Granada desde su antigua sede en Ciudad Real por Real Cédula de Juana I de 08/02/1505.

Los frecuentes enfrentamientos por razón de competencias entre Capitanía y Chancillería se resolverían dando la preeminencia a la primera tras unificarse ambas magistraturas bajo un solo Jefe por Real Decreto de 30/12/1800. Las instituciones seculares serían eliminadas o desnaturalizadas una vez suprimido el Reino de Granada por obra de la división departamental revolucionaria pergeñada, tras la muerte de Fernando VII, por el (anti)granadino –nacional de Motril– Javier de Burgos: padre teorizante fundador en tierras españolas, con su Exposición-manifiesto de 24/01/1826, del «Derecho» Administrativo (complemento forzoso del «Derecho» Constitucional, base del «derecho» nuevo nacional-estatista, y suplantador del aún válido Derecho Civil-Foral de la Monarquía legítima española), implementado y refinado –ramas «económicas» anejas inclusives: neo«derecho» hipotecario, tributario, laboral, etc.– sin solución de continuidad desde el propio Burgos hasta L. López Rodó, y a la mayor gloria del Estado soberano al servicio de la plutocracia.

Pero quisiéramos terminar con buen sabor de boca trayendo el texto de la Lectura Segunda habida en el Oficio Divino preparado por Fray Hernando de Talavera para este jubiloso día: «Diré que todo se restituye por la obra y el trabajo, por el entusiasmo y el valor, por la actividad y el sudor de nuestro óptimo Rey de las Españas Fernando, quinto de este nombre. De nuestro Rey serenísimo y preclaro. Que, como otro Josué, batallando las batallas del Señor, en breve tiempo, es decir, en diez faustos y felices años, toda la tierra de promisión, esto es, todo el Reino de Granada, que de ninguna manera es diferente de toda aquella famosísima tierra, recuperó esforzadamente desde la Ciudad de Gaucín hasta la Ciudad de Granada, con un trabajo incansable y un continuado batallar, incluso en el tiempo en que los Reyes no suelen ir a la guerra, sino más bien desistir de batallas y de sitios. El mismo Dios excelso tomó su derecha no de otro modo que la derecha del Rey Ciro, e hizo huir a los reyes delante de su faz. Abrió delante de él las puertas de las ciudades fortificadísimas y pertrechadas. Pues el mismo Dios inmortal fue delante de él y le humilló a los grandes de la Tierra. Destrozó las puertas broncíneas y rompió los cerrojos férreos. Y le dio tesoros ocultos y riquezas recónditas».

¡Viva el Rey legítimo del católico Reino de Granada Enrique V de Castilla!

Félix M.ª Martín Antoniano