Níger ha autorizado que Burkina y a Mali realicen operaciones militares en su territorio sin necesidad de petición previa para cada operación, en caso de que finalmente su territorio fuera invadido por tropas de la CEDEAO.
Las posibilidades de éxito diplomático se están reduciendo. Durante la tarde del viernes y la mañana del sábado diversos medios publicaron que Níger había exigido a los embajadores de Alemania, Estados Unidos, Nigeria y Costa de Marfil que abandonaran su territorio en 48 horas. Un portavoz del actual gobierno nigerino ha desmentido esa información, a la vez que ha confirmado que sí se ha dirigido un ultimátum escrito al embajador de Francia para que abandone el país en las próximas horas. La respuesta del ministerio de asuntos exteriores francés no se ha hecho esperar. Francia afirma que «los golpistas de Níger no tienen autoridad» para pedir a su embajador en Niamey que abandone el país.
Mientras tanto, las condiciones de vida de los católicos de la región también empeoran. Esto es algo habitualmente ignorado por los medios de comunicación. En La Esperanza sí se ha informado de la advertencia de los obispos de Níger: la Iglesia y los católicos serán lo que más sufran un conflicto armado en la región. Algunos misioneros destinados en Burkina están alertando que los ataques terroristas anticatólicos están creciendo en número en las últimas semanas. El prior de los Hermanos Misioneros del Campo ha comunicado que los terroristas también se apoderan del ganado de las familias católicas. Si se niegan a convertirse en mahometanos, se les obliga a marcharse, pero como las carreteras están bloqueadas, se les deja vagar por el bosque sin posesiones, y muchos mueren por falta de alimentos.
Y añadió: «En una parroquia de la que somos responsables, un grupo de mujeres intentó romper el bloqueo, pensando que los terroristas no las atacarían. Algunas fueron retenidas durante mucho tiempo para ser utilizadas como esclavas y sólo regresaron al cabo de varias semanas, embarazadas».
Los medios de comunicación tratan asuntos totalmente prescindibles para seguir embruteciendo a la población, pero no se hacen eco de esta auténtica tragedia.
Agencia FARO
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