Juan de Dios Bosque: un obispo antimasónico boliviano

QUIERA DIOS QUE BOLIVIA VUELVA A TENER ALGÚN DÍA OBISPOS CON TANTO CELO COMO DON JUAN DE DIOS BOSQUE

Este 9 de marzo, se conmemora el fallecimiento de un gran obispo en Bolivia, que combatió a los errores como debe de ser y que, además de enseñar sana doctrina, fue ejemplo de piedad. Se trata de Su Ilustrísima Señoría, Don Juan de Dios Bosque y Ventura Farfán (1829 – 1890), quien fungió como obispo de La Paz desde 1874 hasta su muerte. Su fama de ortodoxia ha sido tal, que existe un retrato suyo en un número de la revista carlista La Hormiga de Oro.

El sr. Bosque recibió el orden sacerdotal en 1854 y dio clases en el seminario, en el cual también ejerció como rector hasta 1860. Entre sus obras de caridad, destacan la fundación de la Sociedad de Beneficencia para las damas.

Desde 1872, Juan de Dios Bosque se desempeñó como diputado del Congreso, y tras la muerte del presidente Agustín Morales, asumió la presidencia de la república. El cargo tuvo tan solo algunas horas de duración, porque al día siguiente del trágico asesinato de Morales, la asamblea eligió a otro presidente. Nombrado obispo de La Paz en 1874, Don Bosque reanudó visitas pastorales que se habían interrumpido por más de cincuenta años, debido a la nefasta secesión charquina o «Guerra de la Independencia de Bolivia».

En 1882, el obispo fundó la Sociedad Católica para brindar una sólida formación intelectual a los católicos y desarrollar una comunidad moralmente sana. El semanario La Estrella era el periódico propio de dicha institución. Don Bosque fundó también la Unión Católica, cuyo órgano de prensa era el semanario Progreso, fundado en 1885.

El año de 1889, el obispo paceño participó del III Concilio Platense en la actual ciudad de Sucre, capital de la república. Aquel concilio reunió a los obispos con el fin de establecer una estrategia conjunta y combatir a la masonería y al liberalismo, aplicando los principios derivados del Concilio Vaticano I.

Don Bosque dejó este mundo a sus 61 años, y fue tan apreciado por los feligreses, que estos nombraron una plazuela en su honor varios años después. Dicha plazuela se ubica en Sorata (provincia Larecaja, departamento de La Paz) y lleva en su centro un monumento dedicado al obispo.

Un documento del obispo que llama la atención es su elocuente Carta Pastoral contra la masonería, publicada en 1885. En ella, él advirtió de «la herejía moderna que amenaza destruirlo todo en el orden dogmático y en el moral», puesto que la masonería sostiene una doctrina que «proclama la negación absoluta de todo lo que el Cristianismo ha edificado para la salvación de los hombres».

En este sentido, Don Bosque señala que el liberalismo y la masonería contienen cierta «mezcla de ilustración y de ignorancia, de audacia y de cobardía, de hipocresía y de lealtad, de astucia y de bondad, de ciencia y de mentira». Adicionalmente, cita una carta pastoral publicada 8 años antes de esa: en dicha carta anterior, advertía sobre las consecuencias de un posible establecimiento de la masonería organizada en el país.

En la carta citada, Su Ilustrísima alerta de esta manera acerca del peligro masónico: «El enemigo de vuestra salvación puede ser que os combata, no de frente, sino disimulada y astutamente, ya sea estirando, con dañada intención, la moral del Evangelio, o ridiculizando las prácticas de vuestro culto, o imponiéndoos el estigma de atraso y de ignorancia; ya sea enalteciendo, con marcada exageración, los progresos del siglo, los encantos de la libertad y las ventajas de la civilización».

Además, Don Bosque sostiene que «las palabras masón y católico son absolutamente antagónicas y excluyentes».  El obispo prosigue afirmando: «El verdadero católico no puede ser masón, bajo de ningún pretexto. A continuación, aclara: «El verdadero masón, esto es, el que se inscribe en una logia masónica, con conciencia de lo que hace, ha dejado de ser católico; y por tanto ha renunciado a la fe y a la unidad católica».

Quiera Dios que Bolivia vuelva a tener algún día obispos con tanto celo como Don Juan de Dios Bosque. En la actual crisis de la Iglesia, esto se torna muy difícil, sobre todo con la nula oposición de la Conferencia Episcopal Boliviana a la declaración prosodomita Fiducia Supplicans.

Lucas Salvatierra, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.

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